EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Volver al menú
VI. Los demonios llenan el intervalo que separa el cielo de la tierra; son el lazo que une el gran todo con el mismo. No entrando nunca la Divinidad en comunicación directa con el hombre, por la mediación de los demonios es como los dioses se comunican y hablan con él, sea en estado de vela o durante el sueño. La palabra Daimón, de la que se ha formado demonio, no se tomaba en mal sentido en la antigüedad, como entre los modernos; no se aplicaba exclusivamente a los espíritus malhechores, sino a todos los espíritus en general, entre los cuales se distinguían a los espíritus superiores, llamándoles dioses; y a los espíritus menos elevados o demonios, propiamente dichos, que comunicaban directamente con los hombres. El Espiritismo dice también que los espíritus pueblan el espacio; que Dios no se comunica con los hombres sino por mediación de los espíritus puros, encargados de transmitir su voluntad; y que los espíritus comunican con ellos durante la vela y durante el sueño. Substituid la palabra demonio por espíritu, y tendréis la doctrina espiritista; poned la palabra ángel, y tendréis la doctrina cristiana.