EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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21. Oración. Dios Todopoderoso, no me dejéis sucumbir a la tentación que tengo de cometer una falta.


Espíritus buenos que me protegéis, desviad de mí este pensamiento malo y dadme fuerza para resistir a la sugestión del mal. Si sucumbo, habré merecido la expiación de mi falta, tanto en esta vida como en la otra, porque soy libre de elegir.