EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

PREFACIO
INTRODUCCION ▸ ▾
- I. - Objeto de esta obra
- II. - Autoridad de la doctrina espiritista
- III. - Noticias históricas ▸ ▾
- IV. - Sócrates y Platón PRECURSORES DE LA IDEA CRISTIANA Y DEL ESPIRITISMO
- RESUMEN DE LA DOCTRINA DE SOCRATES Y PLATÓN ▸ ▾
  - I
  - II
  - III
  - IV
  - V
  - VI
  - VII
  - VIII
  - IX
  - X
  - XI
  - XII
  - XIII
  - XIV
  - XV
  - XVI
  - XVII
  - XVIII
  - XIX
  - XX
  - XXI
CAPÍTULO PRIMERO - Yo no he venido a destruir la ley ▸ ▾
- 1
- Moisés
- Cristo ▸ ▾
  - 3
  - 4
- El Espiritismo. ▸ ▾
  - 5
  - 6
  - 7
- Alianza de la ciencia y la religión
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS - La nueva era ▸ ▾
  - 9
  - 10
  - 11
CAPÍTULO II - Mi reino no es de este mundo ▸ ▾
- 1
- La vida futura ▸ ▾
  - 2
  - 3
- El reinado de Jesús ▸ ▾
  - 4
- El punto de vista ▸ ▾
  - 5
  - 6
  - 7
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS - Un reino terrestre ▸ ▾
  - 8
CAPÍTULO III - Hay muchas moradas en la casa de mi padre ▸ ▾
- 1
- Diferentes estados del alma en la erraticidad ▸ ▾
  - 2
- Diferentes categorías de mundos habitados ▸ ▾
  - 3
  - 4
  - 5
- Destino de la tierra. - Causas de las miserias humanas ▸ ▾
  - 6
  - 7
- INSTRUCIONES DE LOS ESPÍRITUS - Mundos inferiores y mundos superiores ▸ ▾
  - 8
  - 9
  - 10
  - 11
  - 12
- Mundos de expiación y de pruebas ▸ ▾
  - 13
  - 14
  - 15
- Mundos regeneradores ▸ ▾
  - 16
  - 17
  - 18
- Progresión de los mundos ▸ ▾
  - 19
CAPÍTULO IV - Nadie puede ver el reino de Dios sino aquel que renaciere de nuevo ▸ ▾
- Nadie puede ver el reino de Dios sino aquel que renaciere de nuevo ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
- Resurrección y reencarnación ▸ ▾
  - 4
  - 5
  - 6
  - 7
  - 8
  - 9
  - 10
  - 11
  - 12
  - 13
  - 14
  - 15
  - 16
  - 17
- Los lazos de familia fortificados por la reencarnación y rotos por la unidad de existencias ▸ ▾
  - 18
  - 19
  - 20
  - 21
  - 22
  - 23
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Límites de la encarnación ▸ ▾
    - 24
  - Necesidad de la encarnación ▸ ▾
    - 25
    - 26
CAPÍTULO V - Bienaventurados los afligidos ▸ ▾
- 1
- 2
- Justicia de las aflicciones ▸ ▾
  - 3
- Causas actuales de las aflicciones ▸ ▾
  - 4
  - 5
- Causas anteriores de las aflicciones ▸ ▾
  - 6
  - 7
  - 8
  - 9
  - 10
- Olvido del pasado ▸ ▾
  - 11
- Motivos de resignación ▸ ▾
  - 12
  - 13
- El suicidio y la locura ▸ ▾
  - 14
  - 15
  - 16
  - 17
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS - Sufrir bien y sufrir mal ▸ ▾
  - Sufrir bien y sufrir mal ▸ ▾
    - 18
  - El mal y el remedio ▸ ▾
    - 19
  - La felicidad no es de este mundo ▸ ▾
    - 20
  - Pérdida de las personas queridas. - Muertes prematuras ▸ ▾
    - 21
  - Si hubiese sido un hombre de bien, hubiera muerto ▸ ▾
    - 22
  - Los tormentos voluntarios ▸ ▾
    - 23
  - La desgracia real ▸ ▾
    - 24
  - La melancolía ▸ ▾
    - 25
  - Pruebas voluntarias. - El verdadero silicio ▸ ▾
    - 26
  - ¿Debe ponerse término a las pruebas del prójimo? ▸ ▾
    - 27
  - ¿Es permitido abreviar la vida de un enfermo que sufre sin esperanza de curación? ▸ ▾
    - 28
  - Sacrificio de la propia vida ▸ ▾
    - 29
    - 30
  - Provecho de los sufrimientos por otro ▸ ▾
    - 31
CAPÍTULO VI - El Cristo consolador ▸ ▾
- El yugo ligero ▸ ▾
  - 1
  - 2
- Consolador prometido ▸ ▾
  - 3
  - 4
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS - Advenimiento del Espíritu de Verdad ▸ ▾
  - Advenimiento del Espíritu de Verdad ▸ ▾
    - 5
    - 6
    - 7
    - 8
CAPÍTULO VII - Bienaventurados los pobres de espíritu ▸ ▾
- Lo que ha de entenderse por pobres de espíritu ▸ ▾
  - 1
  - 2
- El que se eleva será humillado ▸ ▾
  - 3
  - 4
  - 5
  - 6
- Misterios ocultos a los sabios y a los entendidos ▸ ▾
  - 7
  - 8
  - 9
  - 10
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Orgullo y humildad ▸ ▾
    - 11
    - 12
  - Misión del hombre inteligente en la tierra ▸ ▾
    - 13
CAPÍTULO VIII - Bienaventurados los limpios de corazón ▸ ▾
- Dejad a los ninos venir a mí ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
- Pecado de pensamiento. Adulterio ▸ ▾
  - 5
  - 6
  - 7
- Verdadera pureza. Manos no lavadas ▸ ▾
  - 8
  - 9
  - 10
- Escándalos: Si tu mano es objeto de escándalo, córtala ▸ ▾
  - 11
  - 12
  - 13
  - 14
  - 15
  - 16
  - 17
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Dejad a los niños venir a mí ▸ ▾
    - 18
    - 19
  - Bienaventurado. loe que tienen loe ojos cerrados (1) ▸ ▾
    - 20
    - 21
CAPÍTULO IX - Bienaventurados los mansos y los pacíficos. ▸ ▾
- Injurias y violencias ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
  - 5
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La afabilidad y la dulzura ▸ ▾
    - 6
  - La paciencia ▸ ▾
    - 7
  - Obediencia y resignación ▸ ▾
    - 8
  - La cólera ▸ ▾
    - 9
    - 10
CAPÍTULO X - Bienaventurados los misericordiosos ▸ ▾
- Perdonad para que Dios os perdone ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
- Reconciliarse con sus enemigos. ▸ ▾
  - 5
  - 6
- El sacrificio más agradable a Dios ▸ ▾
  - 7
  - 8
- La paja y la viga en el ojo ▸ ▾
  - 9
  - 10
- No juzguéis para que no os juzguen. El que esté sin pecado le arroje la primera piedra ▸ ▾
  - 11
  - 12
  - 13
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Perdón y olvido de las ofensas ▸ ▾
    - 14
    - 15
  - La indulgencia ▸ ▾
    - 16
    - 17
    - 18
  - "Si nadie es perfecto, ¿se sigue de esto que nadie tiene el derecho de corregir a su vecino?" ▸ ▾
    - 19
    - 20
    - 21
CAPÍTULO XI - Amar al prójimo como a sí mismo ▸ ▾
- El mayor mandamiento ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
- Dad al César lo que es del César ▸ ▾
  - 5
  - 6
  - 7
- INSTRUCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La ley de amor ▸ ▾
    - 8
    - 9
    - 10
  - El egoísmo ▸ ▾
    - 11
    - 12
  - La fe y la caridad ▸ ▾
    - 13
  - Caridad para con los criminales ▸ ▾
    - 14
  - ¿debe uno exponerse para salvarle?" ▸ ▾
    - 15
CAPÍTULO XII - Amad a vuestros enemigos ▸ ▾
- Volver bien por mal ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
- Los enemigos desencarnados ▸ ▾
  - 5
  - 6
- Si alguno te hiere en la mejilla derecha, preséntale también la otra ▸ ▾
  - 7
  - 8
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La venganza ▸ ▾
    - 9
  - El odio ▸ ▾
    - 10
  - El duelo ▸ ▾
    - 11
    - 12
    - 13
    - 14
    - 15
    - 16
CAPÍTULO XIII - No sepa tu izquierda lo que hace tu derecha ▸ ▾
- Hacer bien sin ostentación ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
- Los infortunios ocultos ▸ ▾
  - 4
- El dinero de la viuda ▸ ▾
  - 5
  - 6
- Convidar a los pobres y estropeados ▸ ▾
  - 7
  - 8
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La caridad material y la caridad moral ▸ ▾
    - 9
    - 10
  - La beneficencia ▸ ▾
    - 11
    - 12
    - 13
    - 14
    - 15
    - 16
  - La piedad ▸ ▾
    - 17
  - Los huérfanos ▸ ▾
    - 18
  - Beneficios con ingratitudes ▸ ▾
    - 19
  - Beneficencia exclusiva. ▸ ▾
    - 20
CAPÍTULO XIV - Honra a tu padre y a tu madre ▸ ▾
- Honra a tu padre y a tu madre ▸ ▾
  - 1
  - 2
- Piedad filial ▸ ▾
  - 3
  - 4
- Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos ▸ ▾
  - 5
  - 6
  - 7
- Parentesco corporal y parentesco espiritual ▸ ▾
  - 8
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La ingratitud de los hijos y los lazos de familia ▸ ▾
    - 9
CAPÍTULO XV - Sin caridad no hay salvación ▸ ▾
- Lo que es menester hacer para salvarse. Parábola del buen samaritano ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
- El mayor de los mandamientos ▸ ▾
  - 4
  - 5
- Necesidad de la caridad, según San Pablo ▸ ▾
  - 6
  - 7
- Sin la verdad no hay salvación ▸ ▾
  - 8
  - 9
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Sin caridad no hay salvación ▸ ▾
    - 10
CAPÍTULO XVI - No se puede servir a Dios y a las riquezas ▸ ▾
- Salvación de los ricos ▸ ▾
  - 1
  - 2
- Guardaos de la avaricia ▸ ▾
  - 3
- Jesús en casa de Zacheo ▸ ▾
  - 4
- Parábola del mal rico ▸ ▾
  - 5
- Parábola de los talentos ▸ ▾
  - 6
- Utilidad providencial de la fortuna ▸ ▾
  - 7
- Desigualdad de riquezas ▸ ▾
  - 8
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La verdadera propiedad ▸ ▾
    - 9
    - 10
  - Empleo de la fortuna ▸ ▾
    - 11
    - 12
    - 13
  - Desprendimiento de los bienes terrestres ▸ ▾
    - 14
  - Transmisión de la fortuna ▸ ▾
    - 15
CAPÍTULO XVII - Sed perfectos ▸ ▾
- Caracteres de la perfección ▸ ▾
  - 1
  - 2
- El hombre de bien ▸ ▾
  - 3
- Los buenos espiritistas ▸ ▾
  - 4
- Parábola de la semilla ▸ ▾
  - 5
  - 6
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - El deber ▸ ▾
    - 7
  - La virtud ▸ ▾
    - 8
  - Los superiores y los inferiores ▸ ▾
    - 9
  - El hombre en el mundo ▸ ▾
    - 10
  - Cuidad el cuerpo y el espíritu ▸ ▾
    - 11
CAPÍTULO XVIII - Muchos son los llamados y pocos los escogidos ▸ ▾
- Parábola del festin de las bodas ▸ ▾
  - 1
  - 2
- La puerta estrecha ▸ ▾
  - 3
  - 4
  - 5
- Los que dicen: ¡Señor! ¡Señor! ▸ ▾
  - 6
  - 7
  - 8
  - 9
- Se pedirá mucho al que ha recibido mucho ▸ ▾
  - 10
  - 11
  - 12
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Se dará al que ya tiene ▸ ▾
    - 13
    - 14
    - 15
  - Se conoce al cristiano por sus obras ▸ ▾
    - 16
CAPÍTULO XIX - La fe transporta las montañas ▸ ▾
- Poder de la fe ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
  - 5
- Condición de la fe inalterable ▸ ▾
  - 6
  - 7
- Parábola de la higuera seca ▸ ▾
  - 8
  - 9
  - 10
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - La fe, madre de la esperanza y de la caridad ▸ ▾
    - 11
  - La fe divina y la fe humana ▸ ▾
    - 12
CAPÍTULO XX - Los obreros de la última hora ▸ ▾
- 1
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Los últimos serán los primeros ▸ ▾
    - 2
    - 3
  - Misión de los espiritistas ▸ ▾
    - 4
  - Los obreros del Señor ▸ ▾
    - 5
CAPÍTULO XXI - Habrá falsos Cristos y falsos profetas ▸ ▾
- Por el fruto se conoce el árbol ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
- Misión de los profetas. ▸ ▾
  - 4
- Prodigios de los falsos profetas ▸ ▾
  - 5
- No creais a todos los espíritus. ▸ ▾
  - 6
  - 7
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Los falsos profetas ▸ ▾
    - 8
  - Caracteres del verdadero profeta ▸ ▾
    - 9
  - Los falsos profetas de la erraticidad ▸ ▾
    - 10
  - Jeremías y los falsos profetas ▸ ▾
    - 11
CAPÍTULO XXII - No separéis lo que Dios ha unido ▸ ▾
- Indisolubilidad del matrimonio ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
- El Divorcio ▸ ▾
  - 5
CAPÍTULO XXIII - Moral extraña ▸ ▾
- El que no aborrece a su padre y a su madre ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
- Dejar a su padre, a su madre y a sua hijos ▸ ▾
  - 4
  - 5
  - 6
- Dejad a los muertos el cuidado de enterrar a sus muertos ▸ ▾
  - 7
  - 8
- Yo no he venido a traer la paz, sino la división ▸ ▾
  - 9
  - 10
  - 11
  - 12
  - 13
  - 14
  - 15
  - 16
  - 17
  - 18
CAPÍTULO XXIV - No pongáis la lámpara debajo del celemín ▸ ▾
- Lámpara debajo del celemín. - Por qué Jesús habla por parábolas ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
  - 5
  - 6
  - 7
- No vayáis a camino de gentiles ▸ ▾
  - 8
  - 9
  - 10
- Los sanos no tienen necesidad de médico ▸ ▾
  - 11
  - 12
- Valor de la fe ▸ ▾
  - 13
  - 14
  - 15
  - 16
- Llevar su cruz. - El que quisiera salvar su vida, la perderá ▸ ▾
  - 17
  - 18
  - 19
CAPÍTULO XXV - Buscad y encontraréis ▸ ▾
- Ayádate y el cielo te ayudará ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
  - 5
- Contemplad las aves del cielo ▸ ▾
  - 6
  - 7
  - 8
- No poseáis oro ▸ ▾
  - 9
  - 10
  - 11
CAPÍTULO XXVI - Dad gratuitamente lo que recibís gratuitamente ▸ ▾
- Don de curar ▸ ▾
  - 1
  - 2
- Oraciones pagadas ▸ ▾
  - 3
  - 4
- Mercaderes echados del templo ▸ ▾
  - 5
  - 6
- Mediumnidad gratuita ▸ ▾
  - 7
  - 8
  - 9
  - 10
CAPÍTULO XXVII - Pedid y se os dará ▸ ▾
- Cualidades de la oración ▸ ▾
  - 1
  - 2
  - 3
  - 4
- Eficacia de la oración ▸ ▾
  - 5
  - 6
  - 7
  - 8
- Transmisión del pensamiento ▸ ▾
  - 9
  - 10
  - 11
  - 12
  - 13
  - 14
  - 15
- Oraciones inteligibles ▸ ▾
  - 16
  - 17
- De la oración por los muertos y por los espíritus que sufren ▸ ▾
  - 18
  - 19
  - 20
  - 21
- INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS ▸ ▾
  - Modo de orar ▸ ▾
    - 22
  - Felicidal de la oración ▸ ▾
    - 23
CAPÍTULO XXVIII - Colección de oraciones espiritistas ▸ ▾
- PREAMBULO ▸ ▾
  - 1
- 1. - ORACIONES GENERALES ▸ ▾
  - Oración dominical ▸ ▾
    - 2
    - 3
  - Reuniones espiritistas ▸ ▾
    - 4
    - 5
    - 6
    - 7
  - Para los Médiums ▸ ▾
    - 8
    - 9
    - 10
- II. - ORACIONES PARA SÍ MISMO ▸ ▾
  - A los ángeles guardianes y espíritus protectores ▸ ▾
    - 11
    - 12
    - 13
    - 14
  - Para alejar a los malos espíritus ▸ ▾
    - 15
    - 16
    - 17
  - Para corregirse de un defecto ▸ ▾
    - 18
    - 19
  - Para resistir a una tentación ▸ ▾
    - 20
    - 21
  - Acción de gracias por una victoria obtenida contra una tentación ▸ ▾
    - 22
    - 23
  - Para pedir un consejo ▸ ▾
    - 24
    - 25
  - En las aflicciones de la vida ▸ ▾
    - 26
    - 27
  - Acción de gracias por un favor especial obtenido ▸ ▾
    - 28
    - 29
  - Acto de sumisión y resignacion ▸ ▾
    - 30
    - 31
    - 32
    - 33
  - En un peligro inminente ▸ ▾
    - 34
    - 35
  - Acción de gracias después de haber salido del peligro ▸ ▾
    - 36
    - 37
  - En el momento de dormirse ▸ ▾
    - 38
    - 39
  - Cuando se prevé una muerte próxima ▸ ▾
    - 40
    - 41
- III. - ORACIONES PARA OTRO ▸ ▾
  - Para los que están en la aflicción ▸ ▾
    - 42
    - 43
  - Acción de gracias por un favor concedido a otro ▸ ▾
    - 44
    - 45
  - Para nuestros enemigos y para los que nos quieren mal ▸ ▾
    - 46
    - 47
  - Acción de gracias por el bien concedido a nuestros enemigos ▸ ▾
    - 48
    - 49
  - Para los enemigos del espiritismo ▸ ▾
    - 50
    - 51
    - 52
  - Oración para un niño recién nacido ▸ ▾
    - 53
    - 54
    - 55
    - 56
  - Para un agonizante ▸ ▾
    - 57
    - 58
- IV. - ORACIONES PARA LOS QUE YA NO ESTAN EN LA TIERRA ▸ ▾
  - Para los recién fallecidos ▸ ▾
    - 59
    - 60
    - 61
  - Para las personas que se han amado ▸ ▾
    - 62
    - 63
  - Para las almas que sufren y piden oraciones ▸ ▾
    - 64
    - 65
    - 66
  - Para un enemigo muerto ▸ ▾
    - 67
    - 68
  - Para un criminal ▸ ▾
    - 69
    - 70
  - Para un suicida ▸ ▾
    - 71
    - 72
  - Para los espíritus arrepentidos ▸ ▾
    - 73
    - 74
  - Para los espíritus endurecidos ▸ ▾
    - 75
    - 76
- V. - PARA LOS ENFERMOS Y LOS OBSESADOS ▸ ▾
  - Para los enfermos ▸ ▾
    - 77
    - 78
    - 79
    - 80
  - Para los obsesados ▸ ▾
    - 81
    - 82
    - 83
    - 84

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64. Prefacio. Para comprender el alivio que la oración puede procurar a los espíritus que sufren, es menester referirse a su modo de acción, que se ha explicado más arriba. (Capítulo XXVII, números 9, 18 y siguientes). El que está penetrado de esta verdad, ruega con más fervor por la certeza de que no ruega en vano.

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