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EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO > CAPÍTULO XXVIII - Colección de oraciones espiritistas > III. - ORACIONES PARA OTRO > Para un agonizante > 58
58. Oración. Dios Todopoderoso y misericordioso, aquí tenéis un alma que deja su envoltura terrestre para volver al mundo de los espíritus, su verdadera patria; que pueda entrar allí en paz, y que vuestra misericordia se extienda sobre ella.
Espíritus buenos que la habéis acompañado en la Tierra, no la abandonéis en este momento supremo; dadle fuerza para soportar los últimos sufrimientos que debe padecer en la tierra para su adelantamiento futuro; inspiradle para que consagre al arrepentimiento de sus faltas los últimos destellos de inteligencia que le restan o que pueden volverle momentáneamente.
Dirigid mi pensamiento a fin de que su acción haga menos penosa la separación, y que lleve en su alma, en el momento de dejar la Tierra, los consuelos de la esperanza.
Espíritus buenos que la habéis acompañado en la Tierra, no la abandonéis en este momento supremo; dadle fuerza para soportar los últimos sufrimientos que debe padecer en la tierra para su adelantamiento futuro; inspiradle para que consagre al arrepentimiento de sus faltas los últimos destellos de inteligencia que le restan o que pueden volverle momentáneamente.
Dirigid mi pensamiento a fin de que su acción haga menos penosa la separación, y que lleve en su alma, en el momento de dejar la Tierra, los consuelos de la esperanza.