EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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16. "Mas ay de aquel por quien viene el escándalo"; es decir, que el mal, siendo siempre el mal, el que ha servido, sin saberlo, de instrumento para la justicia divina, cuyos malos instintos se han utilizado no ha dejado por eso de hacer mal y debe ser castigado. Así es, por ejemplo, que un hijo ingrato es un castigo o una prueba para un padre que le sufre, porque este mismo padre ha podido ser un mal hijo que hizo sufrir a su padre y es castigado con la pena del talión; pero el hijo tampoco tiene excusa y deberá ser castigado a su vez en sus propios hijos o de otro modo.